Jueves, 06-08-09 ELENA PÉREZ LÓPEZ
LA RÁBIDA. En el encuentro «Abogacía, condiciones de acceso, formación, perspectiva, y futuro» tuvo ayer lugar la celebración de una mesa redonda en la que participó Carlos Carnicer, presidente del Consejo General de la Abogacía Española y de la Unión Profesional, que aseguró que la Abogacía española es una de las mejor consideradas internacionalmente, aunque resaltó su carencia de formación específica una vez que los licenciados dejan la universidad.
Junto a Carnicer estuvieron el decano del Colegio de Abogados de Huelva, Juan José Domínguez; el decano del Colegio de Abogados de Burgos, Pablo Hernando Lara, y el decano del Colegio de Abogados de Vizcaya, Nazario Oleaga. Este último, analizó en su ponencia la implicación que para los colegios profesionales suponen las medidas económicas que adoptadas por el Gobierno, afirmando que «son medidas que pretenden que los colegios continúen realizando su labor de proteger los intereses y los derechos de los ciudadanos a través de la protección de los derechos y los intereses de nuestros correspondientes profesionales».
Leyes a entrar en vigor
Las dos leyes que en un futuro cercano se espera que entren en vigor en el mundo de la Abogacía son conocidas popularmente como la «ley paraguas» y la «ley ómnibus». Según Carnicer, la «ley paraguas» será una ley horizontal que afectará a todas las normas de tipo económico y que se refieran a los requisitos para ejercer determinadas actividades de servicio en toda Europa. Por su parte, la «ley omnibus» se refiere a las modificaciones introducidas en 47 leyes estatales para adaptarlas a la ley anterior. «Va a suponer una modificación brutal en el comportamiento de todas las administraciones públicas y especialmente en las autonómicas y en las locales», afirmó.
Pablo Hernando, por otra parte, destacó la importancia de que los abogados españoles estén a la altura del resto de profesionales de la Unión Europea, ya que los principios del libre establecimiento y de la libertad de mercado permiten que cualquier despacho o bufete de abogados pueda establecerse en la UE.
Formación
La Abogacía lleva reclamando desde el año 1917 una formación específica para sus profesionales, ya que, tal y como denunciaba ayer Carnicer, «la formación en esta Europa es demasiado dispersa y diversa, por lo que pretendemos y pedimos que haya una mayor confluencia en los métodos y niveles de formación del abogado».
Modelos como el alemán sirven de ejemplo a los demás países, ya que es uno de «los más competitivos» y establece que jueces, abogados y fiscales «reciban la misma preparación», algo que nada tiene que ver con lo que se ocurre en España, lamentó.
Carnicer reconoció que, aproximadamente, «el quince por ciento de los abogados españoles están mal formados», debido a que «han tenido que trabajar demasiado en tareas del día a día».
Sin embargo, esa carencia no quita para que esta profesión sea una de las mejores consideradas en el extranjero, ya que según Carnicer, un cincuenta por ciento de la Abogacía del país «se puede equiparar a la mejor Abogacía del mundo», apuntó.
Fuente:www.abcdesevilla.es.Ver noticia.
http://www.abcdesevilla.es/20090806/sevilla-sevilla/quince-ciento-abogados-espanoles-20090806.html.
Fuente:www.abcdesevilla.es.Ver noticia.
http://www.abcdesevilla.es/20090806/sevilla-sevilla/quince-ciento-abogados-espanoles-20090806.html.
No creo que haya mala formación del abogado. Cierto que alguno se despista en el "idioma de signos sin sentido" que a veces es el derecho, pero nada comparado con la aplicación de la ley del encaje por los tribunales.
ResponderEliminarNo creo que el diagnóstico dado por Carnicer de que el día a día nos distrae demasiado sea totalmente correcto. Coincido en que con una latita que nos dan, pretenden que evitemos el hundimiento del Titanic, pero la culpa, debe reconocer "nuestro máximo", es de los colegios, que deben facilitarnos acceso a las bombas de achique.
En otras palabras, no se facilita la participación de los abogados en la conformación de las leyes, ni en la mejora de los juzgados. Vivimos en un calla y come (cuando y cuanto puedas).